La destacada gimnasta húngara Agnes Keleti, considerada la medallista de oro olímpica viva más longeva del mundo y una sobreviviente de la persecución durante la Segunda Guerra Mundial, falleció el jueves a los 103 años, anunció el Comité Olímpico Húngaro. Su vida y logros no solo marcaron un hito en el ámbito deportivo, sino que también destacaron su resistencia y valentía ante las adversidades históricas que enfrentó, haciendo de su historia un ejemplo inspirador para las generaciones futuras.

Una vida llena de logros deportivos

Agnes Keleti ganó cinco medallas de oro olímpicas y fue una figura prominente en el mundo de la gimnasia. Compitió en los Juegos Olímpicos de 1952 en Helsinki y en los de 1956 en Melbourne, donde demostró su extraordinario talento y perseverancia. Keleti acumuló un total de diez medallas olímpicas, consolidando su legado en la historia del deporte.

Superviviente de tiempos difíciles

Además de sus impresionantes logros deportivos, Keleti sobrevivió a las persecuciones antisemitas durante la Segunda Guerra Mundial. Este capítulo de su vida resalta su fortaleza personal y su capacidad para superar enormes desafíos. Tras la guerra, emigró finalmente a Israel, donde continuó su contribución a la gimnasia como entrenadora.

Reconocimientos y legado

A lo largo de su vida, Keleti fue reconocida por sus contribuciones al deporte y recibió numerosos honores. Su legado perdura no solo por su excelencia en la gimnasia, sino también por su historia personal de superación y resiliencia.

“Agnes fue un ejemplo de cómo una persona podía alcanzar grandes alturas incluso después de haber vivido momentos oscuros e inciertos. Su espíritu y sus logros seguirán inspirando a muchos”, destacó el Comité Olímpico Húngaro.

• Agnes Keleti fue cinco veces campeona olímpica en gimnasia.
• Falleció a la edad de 103 años según el Comité Olímpico Húngaro.
• Sobresalió en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952 y Melbourne 1956.
• Superviviente de la persecución a los judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
• Su vida es un testimonio de valentía y resiliencia.