En los últimos seis meses, el Gobierno de la Diputación Foral de Bizkaia ha pasado de afirmar que la acogida de menores migrantes es “una obligación, no una opción”, a exigir un mayor control por parte del Gobierno español. Este cambio de postura se debe al incremento en el número de menores extranjeros que hacen uso de recursos asistenciales, que están altamente saturados, y a la creciente preocupación que esta situación está generando en el País Vasco. Este cambio es significativo porque resalta una tensión creciente entre las administraciones locales y nacionales sobre la gestión de la migración infantil.
Crecimiento del número de menores migrantes
En los últimos meses, el número de menores extranjeros no acompañados que han llegado a Bizkaia ha aumentado considerablemente. Muchos de estos menores, debido a su alta movilidad, utilizan los servicios asistenciales solo de manera temporal, lo que ha generado una rotación constante y una presión adicional sobre los recursos disponibles. La Diputación Foral de Bizkaia ha señalado que este fenómeno está tensionando sus capacidades al límite, y ha pedido la intervención del Gobierno central para encontrar una solución.
Preocupación en el País Vasco
El incremento en el número de menores migrantes no solo ha tensionado los recursos, sino que también está generando una creciente preocupación en la sociedad y en las instituciones del País Vasco. Esta preocupación abarca desde la capacidad de ofrecer una adecuada atención a estos menores, hasta el impacto social y económico que la situación conlleva. Parte de la comunidad vasca está empezando a expresar su preocupación sobre cómo se están gestionando estos recursos y cómo se pueden mejorar las políticas de acogida para ser más sostenibles a largo plazo.
Petición al Gobierno español
Ante esta situación, la Diputación Foral de Bizkaia ha solicitado al Gobierno español que asuma un papel más activo en el control y gestión de la llegada de menores migrantes. Piden que se implemente un sistema de control más eficaz para evitar la saturación de los servicios locales y que se distribuya la carga de estos menores de manera más equitativa entre las diferentes comunidades autónomas de España. Este llamado a la acción subraya la importancia de una colaboración más estrecha entre los diferentes niveles de gobierno para abordar este desafío.
“La acogida de menores migrantes es una obligación, no una opción” – Gobierno de la Diputación Foral de Bizkaia.