El 29 de febrero de 2024, durante la celebración de la Cuaresma, se realizó la primera lectura del libro de Jeremías 17, 5-10, seguida por el Salmo 1, 1-2, 3, 4 y 6. En esta lectura, se resaltó la importancia de confiar en el Señor y no en la sabiduría humana. Se destacó que aquel que deposita su confianza en Dios será bendecido y prosperará en su camino. Esta lectura es de suma importancia para los creyentes, ya que nos invita a reflexionar sobre nuestra fe y a confiar en la voluntad divina en lugar de confiar en nuestras propias fuerzas y capacidades.
La confianza en el Señor y su importancia en la vida cotidiana
La lectura del libro de Jeremías 17, 5-10 resalta la importancia de poner nuestra confianza en el Señor en lugar de confiar en los seres humanos o en nuestras propias habilidades. El pasaje hace hincapié en que aquel que confía en el Señor será como un árbol plantado junto al agua, que no teme ni se inquieta en tiempos de sequía. Se señala que el corazón engañoso y corrupto de los hombres no pueden conocer el verdadero plan de Dios, pero aquel que confía en Él recibirá sus bendiciones y prosperará en su camino.
El Salmo 1, 1-2, 3, 4 y 6 complementa esta enseñanza al destacar la dicha del hombre que encuentra su deleite en la ley del Señor y medita en ella día y noche. El salmo nos invita a ser como árboles plantados junto a corrientes de agua, que dan su fruto en su tiempo y cuyas hojas nunca se marchitan. A través de esta analogía, se nos muestra la importancia de buscar la guía y el sustento divinos para lograr una vida plena y fructífera.
En esta lectura, se nos recuerda que la confianza en el Señor es fundamental en nuestra vida cotidiana. Nos anima a dejar de depender de nuestra propia sabiduría y a buscar la voluntad de Dios en todo momento. Al confiar en Él, encontraremos fortaleza en tiempos de dificultad y obtendremos sus bendiciones en nuestra vida.
“Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor”. – Salmo 1:1
- La lectura del libro de Jeremías 17, 5-10 enfatiza la importancia de depositar nuestra confianza en el Señor en lugar de confiar en la sabiduría humana.
- El Salmo 1, 1-2, 3, 4 y 6 nos invita a deleitarnos en la ley del Señor y nos muestra la dicha del hombre que confía en Él.
- Esta lectura nos anima a confiar en la voluntad divina y a buscar la guía del Señor en nuestra vida cotidiana.
- La confianza en el Señor nos brinda fortaleza y nos permite prosperar en nuestro camino.