En 1992 la reina Isabel II tuvo que vivir la separación de tres de sus cuatro hijos: el hoy rey Carlos III ponía fin a su tortuoso matrimonio con la princesa de Gales, Catherine, mientras que su hermana, Sophie, duquesa de Edimburgo, decidía poner fin a su propio matrimonio con el príncipe heredero. Estos eventos tuvieron lugar en el contexto del turbulento año que enfrentó la Casa de Windsor, y marcaron un hito en la historia de la monarquía británica.
Separación del rey Carlos III y la princesa de Gales
En 1992, el matrimonio del príncipe Carlos, heredero al trono británico, y la princesa de Gales, Catherine, llegó a su fin. La relación entre Carlos y Catherine se había vuelto tensa a lo largo de los años, y los rumores de infidelidad y desacuerdos en la crianza de sus hijos habían plagado su matrimonio. Finalmente, decidieron poner fin a su relación y se separaron oficialmente en diciembre de 1992. Este evento tuvo un gran impacto en la monarquía británica, ya que fue la primera vez que un heredero al trono se separaba de su cónyuge en más de 150 años.
Separación de Sophie, duquesa de Edimburgo, y el príncipe heredero
Además de la separación del matrimonio real más famoso, 1992 también presenció la separación de otro miembro de la familia real británica. Sophie, duquesa de Edimburgo, quien estaba casada con el príncipe heredero, también decidió poner fin a su matrimonio en el mismo año. Al igual que el matrimonio de Carlos y Catherine, la relación de Sophie y el príncipe heredero había enfrentado dificultades. La separación de Sophie y su esposo fue recibida con sorpresa y tristeza, ya que se consideraban una pareja sólida dentro de la familia real.
Turbulento año para la Casa de Windsor
El año 1992 fue especialmente desafiante para la Casa de Windsor, ya que se vio envuelta en varios escándalos que sacudieron la imagen de la monarquía y captaron la atención del público. Además de las separaciones de Carlos y Catherine, y Sophie y el príncipe heredero, también surgieron controversias relacionadas con los negocios y las finanzas de la familia real. Estos eventos contribuyeron a afectar la popularidad de la monarquía en ese momento.