Con fragmentos de esta entrevista publicada en nuestro diario, el 9 de abril de 2006, rendimos homenaje a una de las fundadoras del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso. Durante las primeras horas de esta madrugada del 17 de abril, falleció Ramona de Saá Bello, destacada maître de Ballet y una de las figuras clave en el desarrollo y la formación de muchas generaciones de bailarines cubanos. Su fallecimiento deja un gran vacío en la comunidad artística cubana y es una pérdida significativa para el mundo del ballet.
Fallecimiento de Ramona de Saá Bello
En la madrugada del 17 de abril, la comunidad artística cubana se encuentra de luto por el fallecimiento de Ramona de Saá Bello, destacada maître de Ballet y una de las figuras más importantes en el desarrollo y formación de bailarines en Cuba. Su contribución al Ballet Nacional de Cuba y su dedicación por transmitir sus conocimientos y experiencia a las nuevas generaciones de bailarines han dejado una huella imborrable en la historia del ballet cubano.
Ramona de Saá Bello nació el 3 de noviembre de 1928 en La Habana, Cuba. Inició su carrera como bailarina en el Ballet Nacional de Cuba, bajo la dirección de Alicia Alonso. Con el tiempo, se convirtió en maître de Ballet y desempeñó un papel fundamental en la formación de bailarines destacados, muchos de los cuales han alcanzado reconocimiento internacional.
Su pasión por el ballet y su dedicación hacia su trabajo la convirtieron en una figura icónica dentro de la escena artística cubana. Durante décadas, Ramona de Saá Bello transmitió su experiencia y conocimientos a través de su labor como maître de Ballet, contribuyendo al desarrollo y crecimiento del Ballet Nacional de Cuba.
El fallecimiento de Ramona de Saá Bello ha sido lamentado por la comunidad artística cubana y por todas las personas que han tenido la oportunidad de trabajar y aprender de ella. Su legado como maître de Ballet perdurará y su influencia se mantendrá viva en las futuras generaciones de bailarines cubanos.
La contribución de Ramona de Saá Bello al Ballet Nacional de Cuba y al mundo del ballet es inmensa. Su labor como maître de Ballet no solo ha dejado una huella en la formación de bailarines, sino que también ha sido clave para mantener y preservar la tradición y excelencia del ballet cubano. Su fallecimiento representa una pérdida significativa para la comunidad artística cubana, pero su legado perdurará en la historia del ballet cubano.
Citas:
– “Ramona de Saá Bello fue una figura icónica en la escena artística cubana y su contribución al ballet cubano es incalculable”. – Alicia Alonso, directora del Ballet Nacional de Cuba.
– “El fallecimiento de Ramona de Saá Bello deja un gran vacío en nuestra comunidad artística. Su labor como maître de Ballet ha sido fundamental para el desarrollo y crecimiento del ballet en Cuba”. – Ernesto Santoya, bailarín del Ballet Nacional de Cuba.