El renombrado biólogo Philip Fearnside, originalmente de Michigan y ahora investigador destacado del Instituto Nacional de Investigación de Amazonía (INPA) en Manaos, ha pasado casi cinco décadas documentando la destrucción progresiva de la Amazonia brasileña, una de las áreas de vegetación más importantes y biodiversas del planeta. La Amazonia, con aproximadamente 400,000 millones de árboles, es considerada el “pulmón del planeta” por su crucial capacidad de almacenar CO2 y contener más del 20% de la agua dulce del mundo. A pesar de la esperanza generada entre los ambientalistas brasileños tras la derrota de Jair Bolsonaro en 2022, Fearnside continúa siendo escéptico. El investigador advierte sobre la significativa influencia que ejercen los lobbies pro-deforestación dentro del actual gobierno de Luiz Inácio Lula y el Congreso en Brasilia. Señala que múltiples factores, incluidos nuevos desarrollos en infraestructura, proyectos de extracción de petróleo y gas, el crecimiento ganadero y agrícola, así como el eterno problema de la apropiación ilegal de tierras, presagian un futuro de inevitable deforestación en la región.
El impacto de las políticas gubernamentales en la Amazonia
Durante la presidencia de Jair Bolsonaro, la Amazonia enfrentó un aumento significativo en las tasas de deforestación debido a políticas que favorecieron la extracción de recursos y se mostraron laxas en protección ambiental. La ascensión de Luiz Inácio Lula al poder trajo consigo una oleada de optimismo entre los ambientalistas. Sin embargo, Fearnside resalta que los intereses relacionados con la deforestación siguen teniendo un fuerte peso político. La presión continua sobre el terreno amazónico no ha disminuido considerablemente, ya que poderosos grupos de interés siguen influyendo en decisiones clave dentro del gobierno y el Congreso.
Nuevas amenazas de desarrollo en la Amazonia
Uno de los puntos más preocupantes que señala Fearnside es la construcción de una red de nuevas carreteras y proyectos extractivos en la región. Estos desarrollos no solo facilitan el acceso para la explotación de recursos naturales sino que también promueven la expansión de la frontera agrícola. La extracción de petróleo y gas, junto al avance de la ganadería y el cultivo de soja, son actividades que históricamente han contribuido a la destrucción de vastas áreas de bosque. Tales actividades están impulsadas por una economía global que demanda estos productos y materias primas, sin considerar adecuadamente las consecuencias ambientales.
La lucha contra la deforestación ilegal
La apropiación ilegal de tierras continúa siendo un obstáculo considerable en la lucha por preservar la Amazonia. A pesar de las iniciativas para fortalecer la gobernanza y la implementación de políticas más estrictas, la aplicación de la ley sigue siendo irregular y limitada. Fearnside subraya que múltiples actores, desde pequeños agricultores hasta grandes corporaciones, participan en la deforestación ilegal, haciendo aún más compleja la tarea de proteger este crítico ecosistema.
“La Amazonia enfrenta un futuro incierto si no se toman medidas concretas y eficaces para controlar los intereses que promueven su destrucción”, afirma Fearnside desde su oficina en Manaos.
Conclusiones
- Philip Fearnside ha dedicado casi cinco décadas al estudio de la Amazonia y su deterioro progresivo.
- A pesar de la derrota de Bolsonaro, los lobbies pro-deforestación mantienen una fuerte influencia en Brasil.
- El desarrollo de infraestructura, la extracción de recursos y la apropiación ilegal de tierras son amenazas continuas para la Amazonia.
- La protección efectiva del “pulmón del planeta” requiere la implementación de políticas más estrictas y la aplicación efectiva de la ley.