El Papa Francisco recibió este domingo una escultura de un ángel a bordo del avión que lo llevaba a Córcega, como un signo de recuerdo y solidaridad. La escultura, perteneciente a la parroquia de Pincaya, resultó destrozada por la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que afectó a Valencia a finales de noviembre. Este gesto simbólico es importante ya que representa un homenaje a todas las personas que perdieron la vida y a las familias que han sufrido pérdidas materiales y emocionales durante el fenómeno meteorológico.

Un Signo de Esperanza y Solidaridad

Durante el vuelo hacia Córcega, el Papa Francisco recibió la escultura restaurada de un ángel, la cual fue dañada por las inundaciones provocadas por la DANA en Valencia. Este acto simboliza no solo el recuerdo de aquellos que fallecieron, sino también un mensaje de esperanza y paz para las familias afectadas. La parroquia de Pincaya, al enviar esta escultura, busca transmitir un mensaje de fortaleza y unidad ante las adversidades que deben superar las comunidades golpeadas por desastres naturales.

Contexto del Desastre en Valencia

La DANA que azotó Valencia provocó intensas lluvias e inundaciones que dejaron a numerosas familias sin hogar, así como pérdidas humanas y materiales considerables. Las inundaciones resultantes causaron gran devastación en áreas habitadas y bienes de la comunidad, entre ellos la parroquia de Pincaya. En este contexto, la atención y solidaridad de figuras como el Papa Francisco son cruciales para mantener la moral y el apoyo humanitario a los afectados.

Reacción y Significado en la Comunidad

La entrega de la escultura al Papa Francisco ha sido recibida con gratitud por parte de los fieles y las comunidades afectadas. Este evento no solo resalta el compromiso de la Iglesia con sus fieles, sino que también sirve como un recordatorio a la comunidad internacional de la importancia de la ayuda y la colaboración en respuesta a los desastres naturales.

• El Papa Francisco recibe una escultura simbólica durante su vuelo a Córcega.
• La pieza pertenece a la parroquia de Pincaya y fue destrozada por las inundaciones en Valencia causadas por la DANA.
• El gesto es un tributo a las víctimas y a las familias que sufrieron pérdidas.
• La comunidad internacional es llamada a brindar apoyo y solidaridad.
• La acción busca mantener la esperanza y el espíritu de unidad en tiempos difíciles.

“En memoria de todas las personas que fallecieron y de las tantas familias que lo han pedido todo”, así se refirió la parroquia de Pincaya al motivo detrás de este significativo gesto hacia el Papa Francisco.